Hoy en día es de lo más común salir de tu casa, subirte al coche y hacer la parada obligada en el Starbucks de la esquina y pedirte tu latte venti con crema batida color arcoiris antes de llegar a tu chamba (o chance algo menos extravagante).
Pero para que pudieras disfrutar todas las mañanas de tu café de esa forma, han pasado un sin fin de cosas a lo largo de la historia moderna, como cambios sociales, modificaciones en la industria cafetera y su comercialización, entre otras cosas. Esta evolución ha sido marcada de forma pronunciada específicamente en tres etapas distintas, mejor conocidas como “Las Tres Olas del Café”.
Bueno y seguramente te preguntarás “¿por qué olas del café?”. En pocas palabras porque así se le ocurrió ni más ni menos que a Trish Rothgeb, una consultora y experta de la industria cafetera quien se refirió así a las distintas eras del café en una publicación que escribió en 2002 dentro del “Newsletter” de Roasters Guild.
Dijo más o menos esto:
“Primera ola, segunda ola y tercera ola: así es como pienso sobre el café contemporáneo. Parece haber tres movimientos influenciando lo que Erna Knutsen, inmigrante noruega en América, denominó como Café de Especialidad. Cada ola tiene sus prioridades y filosofía; cada una ha contribuido a la experiencia del consumidor.”
Y ahora sí, sin más ni más…
Primera Ola (40’s)
Lo que define principalmente a esta etapa es el posicionamiento del café como un “commodity”, o en otras palabras como un producto básico para tener en casa. De alguna forma los “marketers” involucrados en las empresas cafeteras, definieron como objetivo que el café pudiera estar en todas las cocinas. Esto se dió en gran medida por empaques innovadores, como enlatados herméticos que le facilitaban la compra del producto al consumidor.
En esta ola se empezó a promocionar el sabor del café, con slogans como “bueno hasta la última gota” de la marca Juan Valdez, por ejemplo. Sin embargo, realmente la calidad del café no era la mejor y solo era parte del marketing.
En conclusión, esta ola popularizó el café y sus nuevas presentaciones, como el soluble, y con ello marcas como Nescafé, Folgers, Juan Valdez, entre otras, lograron entrar a los hogares de los consumidores.
Segunda Ola (70’s)
Esta etapa está marcada por la apreciación de una mejor calidad en el café, la experimentación en distintos tipos de tuestes, la combinación con distintos ingredientes para encontrar nuevos sabores en la taza y por la experiencia y estilo de vida que conllevó el consumirlo en una cafetería especializada.
En pocas palabras, le guste a quien le guste y le pese a quien le pese, Starbucks es, en gran medida, uno de los principales actores en la segunda ola. Se llevó al consumidor a espacios dedicados al café, donde el consumo se volvió un estilo de vida.
Por supuesto también hubo otros involucrados importantes, como Peet’s de San Francisco, pero definitivamente nada retrata esta ola tan claramente como el café de la sirenita de Seattle.
Tercera Ola (2000’s)
Una frase que define muy bien esta época es la de Nick Cho, socio de Rothgeb en Wrecking Ball Coffee: “la tercera ola es dejar al café hablar por sí mismo, es disfrutar el café por lo que es”.
En otras palabras, consiste en dejar de maquillar el café con ingredientes como leche, jarabes, azúcar y demás, y enfocarse en llevar cada proceso del café al máximo nivel para así poder disfrutar una bebida de la más alta calidad sin necesidad de agregar nada más que su agua.
El punto que de alguna manera marca el inicio de esta ola es la primera competencia mundial de barismo. Y así como Starbucks en la segunda ola, en la tercera, el rockstar es el barista. El barista pasa a convertirse en experto en los distintos métodos de preparación, sabe como y cuando se tostó el café, de donde viene, a qué variedad pertenece, y tomando todos esos elementos y conocimientos define la manera exacta de extraer ese café para que el cliente pueda tomar la mejor taza posible.
Este movimiento de exigencia máxima en cuanto a calidad, viene de la mano de muchas cafeterías de especialidad que irónicamente, de una u otra forma, van en contra de la cultura y movimiento generado por cafeterías como Starbucks. Para que me entiendas mejor, es como tu típico amigo el que te critica por echarle leche a tu café.
Conclusión
El café y su industria son gran parte de la cultura mundial que ha ido y seguirá en constante evolución. Habrá más olas que al final como consumidores y participes de la industria habra que “surfear” pero sobre todo disfrutar.
Para nosotros, la familia de Pera Café, no importa si te gusta el café con 8 cucharadas de azúcar, leche, chispas de chocolate, o tostado medio para prepatartelo en un chemex; lo que nos importa es que disfrutes del café a tu modo.
Si se te antoja, visita nuestra cafetería de especialidad úbicada en Miguel Palacios 2, Centro, Xalapa, Veracruz.
Y si no te queda de paso te mandamos nuestro café a cualquier lugar en México, échale un vistazo a nuestras bolsas de especialidad aquí.
Hasta te dejamos escoger tu molido y tostado… porque tercera ola ;)
Fuentes:
LA Times / Black Out Coffe Co. / Cafemalist / @catandoando / @cafeoloco